FRUTAS

Las frutas son uno de los productos más utilizados en gastronomía debido a su alto nivel de nutrientes esenciales y por su sabor inigualable. Las frutas más consumidas son las de estación debido a que están más frescas y además su costo es más reducido.

Asimismo, las frutas de estación son las que proveen las vitaminas necesarias según la época del año. Los cítricos, por ejemplo, son ideales para ser consumidos en otoño invierno, tal como suele ocurrir en América Latina, pues son las frutas de estación por excelencia.

Correcta refrigeración de las frutas

Para una correcta refrigeración de las frutas se deberá verificar que la temperatura de la congelación nunca sea menor a los 0 °C. Por tanto, lo ideal es que la temperatura esté entre un rango de 1 a 13 °C y con una humedad del 90% preferentemente.

Es posible someter a las frutas a un proceso de conservación por frío, para retrasar su maduración prolongando su vida útil al máximo. El frío industrial es un procedimiento seguro que se lleva a cabo para preservar el sabor, el color y las propiedades nutritivas de las frutas.

Dicha refrigeración se lleva a cabo en cámaras frigoríficas específicas con atmósfera controlada. Por lo general, son cámaras de frío que regulan la temperatura, circulación y renovación de aire además de la humedad. Sin embargo, a la hora de realizar una correcta refrigeración es necesario tener en consideración múltiples factores, tales como, el tipo de fruta, su conservación, metabolismo y maduración:

• Frutas no climatéricas: Son aquellas que solamente poseen un tiempo de maduración, por lo que siempre se recolectan justo antes de su consumo.
• Frutas climatéricas: Son las que siguen madurando luego de su recolección, por lo que hay que tener especial cuidado.

Higiene y cuidado al momento de comer frutas

Cuidar la higiene en todo momento es crucial para mantenerse saludable. A la hora de preparar los alimentos, lo ideal es evitar la contaminación cruzada que sucede cuando se usan los mismos utensilios. Las bacterias suelen migrar de un producto alimenticio a otro provocando un perjuicio en el organismo al ser consumido sin intención.

Al cocinar carne cruda, por ejemplo, se deberá evitar manipular cualquier otro alimento o colocarlos en el mismo lugar para que no se produzca la transferencia de gérmenes. Por lo tanto, lo ideal es seguir los siguientes pasos:

• Higienizarse las manos correctamente antes de manipular los alimentos con agua y jabón.
• Limpiar todos los productos que se van a usar correctamente
• Mientras se está preparando la comida evitar tener contacto con objetos de la casa, como los tachos de la basura, las llaves o los picaportes, ya que son portadores por excelencia de virus y bacterias
•  Limpiar las superficies en donde se prepararán los alimentos antes y después de utilizarlos
•  Lo ideal es usar tablas diferentes para los alimentos crudos y cocidos
•  Una vez que llegaron a su punto de cocción consumirlos inmediatamente o refrigerarlos correctamente para evitar que las bacterias comiencen el proceso de descomposición. Las bacterias comienzan a reproducirse si los alimentos no son conservados correctamente.

Si se tiene los cuidados necesarios al momento de ingerir las frutas, conservarán correctamente todos los nutrientes esenciales para el organismo y no se corre el riesgo de intoxicarse por contaminación cruzada.

Recordar que la refrigeración es sumamente importante y debe ser respetada para que la cadena de frío no se corte. No obstante, lo ideal es consumir frutas de estación para que estén 100% frescas y conserven intacto todo su sabor, textura y nutrientes.